sábado, 21 de marzo de 2020



Maria Jose Cuellar Oviedo  #07                                                              21/03/2020

Tales males de los cuales precedían hicieron que Cornelius en un aparte confidencial con Maqroll en un cuarto desalojado  cuando se estaba poniendo la madre de la noche, cuando la embarcación se dirigía a Minica para recoger unas familias de la gran india que iban a laborar en la Guayana, Cornelius le confeso atemorizado que había una  persona de la embarcación que estaba sufragando con cheques sin fondos, a lo cual Maqroll responde muy exaltado (como así, usted sabe que pasa si al llegar a Aruba a cargar diésel nos perciben, pues literalmente nos van a caer encima) para ellos dos esto era el final de las cosa, y en efecto cuando llegaron a Aruba los esperaban dos cheques que no habían sido capaz de reclamar por fondos, a lo cual como por arte de magia Maqroll resulto con dinero de un préstamo que había conseguido en menos de 3 horas, después de pasar tan cobarde acto después de estar en altamar Maqroll le había confesado a Cornelius que ese dinero lo había obtenido al empeñar las joyas de la ex esposa de wito que tenía guardada como vestigio .


Al pasar los días Maqroll siguió cumpliendo con su vida diaria, pero claro más encerrado que nunca como siempre ahogado en una ausencia hecha por asentimiento y desafecto.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario