Sabado, 16 de Mayo del 2020
AFTER
Paula Valentina Gaitan Suarez
16 de Mayo
AFTER "TODO COMIENZA AQUÍ"
SEMANA 14
Te echo de menos.De momento, la universidad no me está resultando muy divertida. Le da «Enviar» y se siento en un muro bajo de mampostería para esperar su respuesta. Un grupo de chicas borrachas pasan por delante de ella, entre risitas y tropezando con sus propios pies. Noah responde al instante: ¿Por qué no? Yo también te echo de menos, Tessa. Ojalá pudiera estar ahí contigo. Ella Sonríe al leer sus palabras. —¡Mierda, perdona! —dice una voz masculina, y un segundo después siente cómo un líquido frío empapa la parte delantera de su vestido. El tipo tropieza, se incorpora y se apoya contra el muro bajo—. Lo siento, de verdad —farfulla, y se sienta. Esta fiesta va de mal en peor. Primero esa chica la llama remilgada, y ahora tiene el vestido empapado con sabe Dios qué clase de alcohol. Y apesta. Tessa suspira, coge su móvil y entra en la casa en busca de un cuarto de baño. Se abre paso entre el atestado vestíbulo y prueba a abrir todas las puertas que Se encuentro por el camino, pero están todas cerradas. Intenta no pensar en qué está haciendo la gente en esas habitaciones. Se dirige al piso de arriba y continúa su búsqueda del baño. Por fin, una de las puertas se abre. Por desgracia, no es un baño. Es un dormitorio y, para mayor desgracia para ella, Hardin está tumbado sobre la cama, con la chica del pelo rosa a horcajadas sobre su regazo, cubriéndole la boca con la suya.
Te echo de menos.De momento, la universidad no me está resultando muy divertida. Le da «Enviar» y se siento en un muro bajo de mampostería para esperar su respuesta. Un grupo de chicas borrachas pasan por delante de ella, entre risitas y tropezando con sus propios pies. Noah responde al instante: ¿Por qué no? Yo también te echo de menos, Tessa. Ojalá pudiera estar ahí contigo. Ella Sonríe al leer sus palabras. —¡Mierda, perdona! —dice una voz masculina, y un segundo después siente cómo un líquido frío empapa la parte delantera de su vestido. El tipo tropieza, se incorpora y se apoya contra el muro bajo—. Lo siento, de verdad —farfulla, y se sienta. Esta fiesta va de mal en peor. Primero esa chica la llama remilgada, y ahora tiene el vestido empapado con sabe Dios qué clase de alcohol. Y apesta. Tessa suspira, coge su móvil y entra en la casa en busca de un cuarto de baño. Se abre paso entre el atestado vestíbulo y prueba a abrir todas las puertas que Se encuentro por el camino, pero están todas cerradas. Intenta no pensar en qué está haciendo la gente en esas habitaciones. Se dirige al piso de arriba y continúa su búsqueda del baño. Por fin, una de las puertas se abre. Por desgracia, no es un baño. Es un dormitorio y, para mayor desgracia para ella, Hardin está tumbado sobre la cama, con la chica del pelo rosa a horcajadas sobre su regazo, cubriéndole la boca con la suya.
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