viernes, 15 de mayo de 2020

4 y 5 capitulo sobre lo que el viento se llevo

La cuarta parte de la novela comienza en enero de 1866. Mientras Scarlett sigue luchando para mantener a flote a su familia, recibe la nefasta noticia de que los Carpetbaggers y los Scalawags (políticos corruptos que ahora dominan Georgia con el apoyo del Ejército yanqui y el voto de los ex-esclavos negros, porque la mayoría de los blancos sureños no pueden votar debido a las leyes de Reconstrucción) han aumentado los impuestos sobre la plantación de "Tara" hasta una cifra enorme imposible de pagar para Scarlett. La joven se entera de que todo forma parte de un plan para embargar la hacienda y después venderla en una subasta judicial, para que algún inescrupuloso compinche de los politiqueros se pueda apoderar de la casa y sus tierras de cultivo.
Desesperada Scarlett busca el consuelo de Ashley (que ahora vive y trabaja en "Tara"), esperando que él tenga alguna idea para conseguir el dinero, pero él se muestra tan pasivo y débil de espíritu como de costumbre. En una dramática escena Scarlett no se puede contener y se le ofrece a Ashley, pero la rechaza luchando contra su propio deseo.
Casi de inmediato Scarlett se entera de que el hombre que quiere apoderarse de "Tara" es un antiguo capataz yanqui de la hacienda que fue despedido por sus padres y que ahora trabaja para el Gobierno Federal. Para colmo de males fue la mujer de este hombre la que le contagió el tifus a la madre de Scarlett cuando ella trataba de curarla. Scarlett se llena de indignación luego de la descarada visita de la pareja que pretende despojarla de su hogar y de sus tierras.
Pero algo que había mencionado Ashley hace renacer la esperanza en Scarlett: él había dicho que la única persona que conocían que tenía dinero era Rhett Butler. La tía Pittypat les había informado por carta que estaba de regreso en Atlanta y que hacía ostentación de riqueza.
Scarlett planea entonces aprovecharse del hecho de que Rhett está obsesionado con ella para seducirlo y hacer que se case con ella. Y si no logra casarse con él, está dispuesta a convertirse en su amante para de cualquiera manera conseguir el dinero para salvar a "Tara" y sacar a su familia de la pobreza. Así que Scarlett decide partir lo antes posible a Atlanta, pero antes se hace un vestido elegante con unas viejas cortinas y toma otras precauciones en su aspecto para evitar que Rhett sepa que su único interés es el dinero de él. Para su desgracia, la fiel y suspicaz "Mamita" se empeña en ir con ella.
Al llegar a Atlanta, Scarlett se entera por la tía Pittypat de que Rhett ha sido encarcelado por los soldados yanquis acusado de matar a un hombre negro que había insultado a una mujer blanca y que puede ser condenado a la pena de muerte en la horca. Al mismo tiempo se entera de que Rhett es más rico de lo que ella imaginaba, ya que se sospecha en Atlanta que tiene cientos de miles de dólares depositados en bancos en el extranjero, lo que le convierte casi seguramente en uno de los hombres más ricos del país. Su fortuna fue hecha con el contrabando y la especulación durante la guerra, aunque el pueblo de Atlanta sospecha que Rhett también pudo llevarse parte del mítico tesoro de la Confederación (las supuestas reservas de oro y dinero del Gobierno creado por los rebeldes confederados del Sur, y que se esfumaron cuando ese Gobierno quedó disuelto al perder la guerra).
Pero cuando Rhett parece a punto de caer en la trampa de Scarlett, un torpe descuido de ella le delata su pobreza. Al enfado de Rhett le sucede una discusión entre los dos, donde ella termina rogándole que le preste el dinero para salvar la plantación y hasta se humilla a ofrecerse como su amante. Pero Rhett le dice con sinceridad que no puede darle el dinero porque los yanquis vigilan sus transacciones financieras y terminarían quitándole el dinero a ella y confiscándole toda la fortuna a él. Desesperada y furiosa Scarlett tiene una crisis de nervios y, al recuperarse, se despide de Rhett llena de odio contra él y deseando verlo muerto en la horca lo antes posible.
Con sus esperanzas rotas, Scarlett se encuentra por casualidad en las calles de Atlanta con Frank Kennedy, un viejo conocido y además prometido de Suellen, la hermana de Scarlett. Kennedy tiene la edad para ser el padre de Scarlett, pero a pesar de ello Suellen (que es menor que Scarlett) ha estado siempre enamorada de él y hace poco tiempo la misma Scarlett le había concedido la mano de su hermana en matrimonio (en su rol de jefa de familia ante la incapacidad mental de su padre).
Gracias a este encuentro Scarlett se entera de que debido a un golpe de buena suerte producto de la confusión del final de la guerra, Kennedy ha podido abrir una tienda, un próspero negocio que en poco tiempo le ha permitido ahorrar un capital más o menos importante. Y gracias a ese capital iba a comprar en poco tiempo otro negocio, un aserradero, que junto con el otro lo harían un hombre rico. Scarlett recibe la noticia con enfado y desesperación, ya que sabe que su hermana, una chica frívola, egoísta e ingrata, no estará dispuesta a ayudar a su familia y que no le importaría para nada que "Tara" fuera embargada y vendida. Entonces Scarlett le miente a Kennedy diciéndole que Suellen se va a casar con otro hombre harta de esperar por él y sin haberle avisado siquiera. Y aprovecha el dolor, la indignación y el despecho del hombre para seducirlo y hacer que le proponga matrimonio a ella. Todo ello por puro y frío interés, ya que Scarlett desprecia a Frank Kennedy porque lo encuentra demasiado viejo, feo y aburrido; y además lo considera un pobre tonto sin carácter.
Después de la boda, Scarlett paga los impuestos con el dinero de Frank y así logra salvar a "Tara". Su hermana Suellen reacciona con furia ante la traición de Scarlett y le envía una carta violenta e insultante que marca la ruptura definitiva entra las dos hermanas que siempre se habían detestado. La ambiciosa Scarlett comienza inmediatamente a inmiscuirse en la dirección de los negocios de su nuevo marido aprovechando la debilidad de carácter de éste.
A las pocas semanas Scarlett recibe la inesperada visita de Rhett, que finalmente ha sido liberado de la cárcel sin cargos. Él la trata con su habitual descáro y sarcasmo, haciendo caso omiso de la rabia de ella. Rhett le confiesa a Scarlett que fue el autor del asesinato del negro por el que lo habían encarcelado, pero que había conseguido ser liberado chantajeando a un importante funcionario del Gobierno Federal que había estado implicado en negocios sucios con él en el pasado. Además le confiesa que cometió otro asesinato por el que no ha sido acusado, y que es verdad que se había apropiado de parte del tesoro de la Confederación. Y le revela a Scarlett el monto de su extraordinaria fortuna, para gran tormento de ella que no pudo ser dueña de todo ese dinero. Luego de otra intensa batalla verbal entre Scarlett y Rhett, ella termina aceptando el dinero que él le ofrece en préstamo, y con el cual Scarlett compra el aserradero que había pensado comprar su marido (antes de desistir al haber gastado el dinero en pagar la contribución de "Tara"). De esta manera ahora ella tiene el aserradero a su nombre.
Mientras tanto Scarlett se queda embarazada de su segundo marido, para su disgusto, ya que no desea tener más hijos. A pesar de las molestias de su embarazo, Scarlett sigue personalmente al frente de sus negocios, y en medio de tantos problemas y disgustos su único consuelo es Rhett Butler. Él continúa su amistad con ella y se las arregla para estar a su lado cuando más la necesita, especialmente cuando sale a hacer negocios por los peligrosos parajes solitarios llenos de bandidos de los alrededores de Atlanta. Scarlett se sorprende de que Rhett quiera estar a su lado cuando ella no se ve atractiva debido a su embarazo.
Y justo en esa temporada tan difícil para ella, Scarlett recibe otra mala noticia: su padre ha muerto. A pesar de su avanzado embarazo, Scarlett regresa a "Tara" y allí descubre que su padre ha muerto en un accidente al caer del caballo, mientras corría y trataba de saltar una valla. También se entera de que su hermana Suellen tiene en cierto modo la culpa del accidente, ya que ella lo emborrachó y trató de aprovecharse de su locura para hacerlo jurar lealtad a la Unión en presencia de las autoridades yanquis y así obtener una jugosa indemnización económica del Gobierno Federal. Pero el anciano reaccionó a tiempo, y en el episodio de furia y excitación nerviosa siguiente fue que se lanzó a correr hasta hallar la muerte. Para su sorpresa Scarlett también se entera de que Will Benteen (el amigo de Scarlett y administrador de "Tara") desea casarse con Suellen y por ello le pide la mano de ella a Scarlett. La sorpresa es mayor porque Scarlett sabe que Will está enamorado de su otra hermana, Carreen; pero la razón de todo es otra sorpresa para ella, y es que Carreen ha decidido ingresar en un convento y convertirse en monja porque no ha podido olvidar a su novio que murió en la guerra. Ante ello Will decide casarse con Suellen para así poder quedarse en "Tara" el resto de su vida, ya que ama esa tierra, y Suellen lo acepta para no quedarse solterona.

Algún tiempo después de regresar a Atlanta, Scarlett da a luz a una niña, llamada Ella Lorena Kennedy (fea como su padre). En el tiempo en que nace la hija de Scarlett, la ciudad se encuentra llena de tensión y miedo debido a las actividades del Ku Klux Klan. La organización clandestina formada por los blancos ex confederados se dedica a cometer actos criminales y terroristas contra los negros y los políticos que los protegen, lo que provoca una violenta represión por parte del Ejército yanqui contra la población de la ciudad. Debido al clima de violencia, el marido de Scarlett intenta mantenerla recluida en casa sin permitirle ir a los aserraderos, para disgusto de ella, pero finalmente Scarlett se consigue un guardaespaldas, un peligroso y salvaje montañés que estuvo en la cárcel por matar a su mujer y que fue liberado en los meses finales de la guerra a cambio de que prestara servicio en el Ejército Confederado. Con la protección de su escolta Scarlett retoma la dirección de sus negocios.
No mucho tiempo después Scarlett contrata con el Gobierno del Estado el alquiler de presos condenados a trabajos forzados, que son obligados a trabajar como esclavos para los empresarios que pagan por ellos al Gobierno estatal. Además Scarlett pone a un despiadado hombre al frente de uno de sus aserraderos para que explote sin piedad a los presos (en el otro aserradero Ashley trata mucho mejor a los presos, pero a costa de no hacerlos producir tanto). El guardaespaldas de Scarlett renuncia indignado, ya que había vivido el sufrimiento de los presidiarios, y la sociedad de Atlanta una vez más reacciona escandalizada contra Scarlett.
En medio de todo esto Rhett regresa a Atlanta tras una misteriosa ausencia de varios meses. Al reencontrarse con Scarlett, le cuenta que ha estado en varios lugares, entre ellos Nueva Orleans. Ella le hace confesar (a pesar de su renuencia) que estuvo en Nueva Orleans para visitar a un chico del cual es su tutor legal. También estuvo en Charleston porque había muerto su padre (al que odiaba) y debía encargarse de su madre y hermana empobrecidas.
Furioso, pero con su habitual sarcasmo burlón y su franqueza impertinente, Rhett le reclama que el dinero que él le prestó hubiera servido indirectamente para ayudar a Ashley, algo que él le había prohibido expresamente como condición para dárselo, y ella reacciona con su temible mal humor. A pesar de su enfrentamiento, como de costumbre no se produce una ruptura entre ellos.
Un día Scarlett hace una de sus habituales visitas de supervisión a uno de sus aserraderos y necesariamente tiene que pasar cerca de un poblado formado por chozas y habitado por indigentes blancos y negros, en su mayoría delincuentes y prostitutas. Al volver, Scarlett es atacada por dos fornidos delincuentes, uno blanco y el otro negro, que intentan robarla y se ponen violentos ante la feroz resistencia de ella. En el último momento, cuando ya parece perdida, Scarlett es rescatada por Big Sam, un negro antiguo esclavo de "Tara" alto y fuerte que sobrevivía en el poblado marginal. Big Sam se enfrenta a los dos delincuentes y aparentemente mata al ladrón negro (el blanco posiblemente muere bajo las ruedas del coche de Scarlett luego de ser derribado por Big Sam de un puñetazo). El noble exesclavo huye con Scarlett, mientras ella sufre una crisis de nervios.
Scarlett se enfada cuando, después del incidente, su marido, Frank Kennedy, la lleva a casa de Melanie y la deja allí con los niños, para marcharse a una reunión política; Scarlett lo interpreta como indiferencia de su marido por lo que le había pasado. Lo que Scarlett ignora es que Frank, Ashley y casi todos los hombres de Atlanta amigos de su familia son miembros del Ku Klux Klan y que planean una venganza por lo que le había ocurrido a ella.
Mientras Scarlett pasa la noche en compañía de Melanie, la tía Pittypat, India Wilkes (la hermana de Ashley) y el antiguo guardaespaldas de Scarlett (que tiene una deuda de gratitud con Melanie). Ashley, Frank y los demás se proponen atacar el poblado donde fue agredida Scarlett, asesinar a los dos hombres que la atacaron (si es que Big Sam no logró matarlos realmente) y expulsar a todos los bandidos que viven en la barriada.
Melanie no quiere contarle nada a Scarlett ni a su tía Pitty, y trata de tragarse su miedo. Pero la tensión estalla entre Scarlett e India (que odia a Scarlett), y Melanie regaña a su cuñada por querer echarle en cara la verdad a Scarlett. Pero la dramática aparición de Rhett en la casa causa el pánico en las mujeres.
Rhett se ha enterado por dos capitanes borrachos de que los hombres del Klan se dirigen a una trampa tendida por los militares yanquis, que sabían de sus planes y los esperan para matarlos o arrestarlos. Rhett le pide desesperado a Melanie que le diga dónde están para ir a salvarlos. A pesar de las protestas de India y Archie (el matón guardaespaldas) que creen que Rhett es un espía y un traidor, Melanie confía en él y le dice todo. Rhett cabalga en un desesperado intento por salvarlos de la emboscada.
Quinta parte:
Scarlett siente lo más parecido a la felicidad plena que ha conocido en su vida; pero hay sombras que enturbian esa dicha. Scarlett no ha podido olvidar a Ashley, y desearía que fuera él y no Rhett el que le proporcione toda esa felicidad. Rhett se da cuenta de ello y a pesar de su paciencia los celos provocan al menos una pelea entre ellos durante la luna de miel. Luego están las recurrentes pesadillas de Scarlett que la atormentan recordándole los sufrimientos de su etapa de pobreza al final de la guerra y donde termina buscando "algo" misterioso en la niebla que no puede hallar o alcanzar.En su luna de miel Rhett derrocha dinero para que Scarlett pueda disfrutar de los lujos más exagerados que ella nunca había podido soñar, ni siquiera en la etapa anterior a la guerra, cuando era la hija consentida de un rico terrateniente. Mientras disfrutan de la vida de excesos y ostentación de unos multimillonarios, Rhett la introduce en el mundo de sus "amigos" ricos de Nueva Orleans, hombres que como él han hecho fortuna con negocios sucios y hubieran sido considerados en Atlanta unos "sinvergüenzas". Scarlett descubre nuevas facetas de la personalidad de Rhett, disfrutando mientras él la mima y consiente como a una niña.
Al regresar del viaje de novios, Rhett y Scarlett se instalan en un hotel de Atlanta mientras Rhett ordena construir la que será la mansión más grande y lujosa de la ciudad, tal y como le prometió a Scarlett. La antigua alta sociedad de Atlanta, arruinada por la guerra, aumenta su desprecio y su odio hacia Rhett y Scarlett por su ostentación y por sus relaciones cada vez más fuertes con los nuevos ricos de la ciudad, los políticos corruptos y los hombres de negocios que están asociados con ellos, que son los invitados de todas las suntuosas fiestas que da Scarlett en su mansión. Especialmente odiosa es la amistad de Rhett y Scarlett con el Gobernador Bullock. Sólo Melanie consigue a duras penas que las viejas amistades no rechacen por completo a Scarlett. Mientras tanto surgen algunas peleas amargas entre Rhett y Scarlett, todavía pocas pero que son mal presagio de lo que vendrá.
Un día Scarlett descubre que está embarazada, lo que le produce un fuerte disgusto, ya que no quería tener más hijos, e incluso piensa en interrumpir el embarazo, pero Rhett reacciona furioso y aterrorizado por la idea de que Scarlett pueda morir al intentar abortar con los peligrosos métodos de la época. Scarlett, asustada al conocer el peligro que encierra lo que pretendía e impresionada por la reacción de Rhett, se olvida de la idea.
Scarlett da a luz una preciosa niña, que ella y Rhett hacen bautizar con los nombres de Eugenia Victoria. Pero muy pronto Eugenia Victoria Butler recibirá un sobrenombre o apodo que se convertirá en la forma en que la llamará toda la gente. Debido a una feliz observación de Melanie, que comparaba los ojos de la niña con la "bonita bandera azul", Rhett le puso el apodo de Bonnie Blue (que significa en idioma inglés "Bonita Azul", el principio de la expresión "bonnie blue flag", o "bonita bandera azul"). Así que Rhett decide llamar cariñosamente a su hija Bonnie Blue Butler.
Toda la gente de la ciudad se queda asombrada cuando ven a Rhett convertido en el más tierno, cariñoso y orgulloso de los padres con su hija Bonnie. La niña se convierte en una verdadera obsesión para Rhett, que no se cansa de cuidarla y mimarla, preocupándose de cada detalle de su crianza. Rhett también es un excelente padre para los dos hijos que Scarlett tiene de sus matrimonios anteriores (Wade y Ella), pero Bonnie es su debilidad y gracias a ella derrocha amor paternal. Sin embargo, aquello molesta a Scarlett que ve la conducta de Rhett rídícula y poco varonil; además, las peleas entre los dos son cada vez más frecuentes y fuertes.

Un año después Rhett se da cuenta de las negativas consecuencias que tendría para el futuro de Bonnie y de sus hermanos (los hijos de Scarlett) el aislamiento social al que están sometidos por culpa de la mala reputación de Scarlett y de él mismo. Por eso decide cambiar de vida y hacer todo lo necesario, incluso humillarse, para que la vieja sociedad de Atlanta lo acepten a él y a su hija. Rhett deja de ocultar que había servido en la artillería del Ejército Confederado durante ocho meses al final de la guerra, y por el contrario se asegura de que la gente lo sepa (como el que no quiere la cosa). Comienza a hacer generosos donativos a las asociaciones de ex confederados, se aleja del Gobernador Bullock y de los yanquis y se afilia al Partido Demócrata (al que pertenecían en ese entonces todos los blancos sureños ex confederados). Todo ello y su sincero y evidente cariño de padre orgulloso de su hija, hacen que los antiguos aristócratas de Atlanta cambien de opinión y terminen por aceptarlo, aunque sigan despreciando a su esposa, ya que Scarlett sigue siendo amiga de los yanquis y de los políticos republicanos.Al poco de nacer Bonnie, Scarlett se encuentra con Ashley en el aserradero después de algún tiempo sin verlo, y en ese encuentro Ashley pierde el control y da a entender que está celoso de Rhett. Esto vuelve a dar vanas esperanzas a Scarlett y por ello, y por su deseo de no tener más hijos, habla con Rhett y le pide que no vuelvan a mantener relaciones sexuales y duerman en habitaciones separadas, llevando un matrimonio sólo de apariencias. Rhett reacciona con ironía y aparente indiferencia, haciéndole creer que no le importa porque ya se ha cansado de ella y diciéndole que piensa buscar el sexo en otras mujeres, para indignación de Scarlett. Casi de inmediato Scarlett se arrepiente de su decisión.
Melanie organiza una fiesta sorpresa para el cumpleaños de Ashley, y el día señalado le pide a Scarlett que lo distraiga en el almacén de madera mientras ella termina los preparativos de la celebración. Entonces Scarlett y Ashley tienen una emotiva conversación sobre los viejos tiempos, una charla entre amigos más que una conversación entre personas que se sienten atraídas sexualmente (para sorpresa de Scarlett que descubría que Ashley ya no le producía la emoción excitante del pasado). Lamentablemente para ellos la charla termina con una escena que se presta a ser malinterpretada, justo cuando India (la hermana de Ashley), Archie (el matón que fue guardaespaldas de Scarlett y que la odiaba) y otra señora amiga de Melanie entran en el despacho de Ashley. Pronto la "comprometedora" escena será conocida por todo el mundo, mientras Scarlett espera asustada la reacción de Rhett.
Rhett llega a casa y la obliga por la fuerza a ir con él a la fiesta de cumpleaños de Ashley, a pesar de los ruegos de Scarlett para que no la someta a esa humillación y a esa vergüenza. Pero para su sorpresa, Melanie se muestra más cariñosa y protectora con ella que nunca, lo que la salva del deseo de humillarla que sentían los invitados a la fiesta (la vieja aristocracia de la ciudad). Salvada de las murmuraciones por Melanie, al terminar la fiesta Rhett la envía de vuelta a casa mientras él desaparece, pero en la madrugada Scarlett lo descubre borracho en la planta baja de la mansión, sin saber cuándo había vuelto a casa.
Entonces sucede una de las escenas más importantes de la novela. Rhett y Scarlett tienen una tensa discusión, en la que ella lucha por ocultar el terror que siente, el miedo más grande que ha sentido en su vida al descubrir a un Rhett desconocido, grosero y dominando a duras penas su violencia. En la discusión muchas verdades salen de los labios de Rhett, que hieren y sorprenden a Scarlett. Finalmente Scarlett intenta huir de él, pero Rhett la atrapa y la lleva con violencia al dormitorio de ella donde la "viola". Aunque al principio Scarlett se resiste, termina cediendo y se entrega con placer al deseo sexual que le produce la agresiva conducta de Rhett en aquella noche salvaje.
Al despertar al día siguiente, Scarlett encuentra que Rhett se ha marchado pero eso no le impide sentirse muy feliz. Está alegre porque Rhett ha confesado que la ama y por haber vivido el sexo más placentero de su vida. Y por ello desea verlo pronto, con la ansiedad de una mujer enamorada. Pero Rhett no vuelve a casa en varios días y cuando lo hace se muestra hiriente y cínico con ella, diciendo que había estado con Belle en su burdel, por lo que Scarlett reacciona furiosa y vuelven a pelearse. Rhett le comunica que se va de viaje a Charleston y Nueva Orleans, y que se lleva a Bonnie. Scarlett se opone a que se lleve a la niña pero no puede evitarlo ante la rabiosa reacción de Rhett.
El día de la partida de Rhett, Scarlett va a ver a Melanie dispuesta a confesarlo todo; pero el amor incondicional y la fe ciega en su inocencia que le manifestó Melanie la hacen callarse todo. En las semanas siguientes las viejas familias aristócratas de Atlanta se dividen en dos bandos, con uno de ellos encabezado por Melanie que defiende la inocencia de Scarlett y Ashley; y el otro encabezado por India, la hermana de Ashley, que ataca a Scarlett y quiere aislarla socialmente. Melanie se pelea con India y le prohíbe que pise la casa, sellando la guerra entre las dos a causa de Scarlett.
Cuando se supo que Scarlett estaba embarazada, la gente que apoyaba a India empieza a rumorear que el hijo debía ser de Ashley y no de Rhett, ya que toda la ciudad sabía desde hace tiempo que Scarlett y Rhett no comparten el dormitorio ni hacen vida marital (e ignoran que Rhett la había tomado a la fuerza antes de marcharse de la ciudad). Por su parte Scarlett siente por primera vez en su vida alegría al saber que está embarazada, ya que se siente muy sola sin Rhett y Bonnie, y ante la falta de comunicación y afecto que hay entre ella y sus otros hijos, en el fondo porque es fruto de su noche salvaje con Rhett.
Mientras tanto Rhett no le envía ni una sola carta o telegrama, y la única noticia que tiene Scarlett de él es por terceras personas. Al cabo de tres meses Rhett vuelve a casa y Scarlett está contenta por ello, aunque lo disimula. Pronto su alegría se desvanece cuando al hablarle por primera vez después de tantos meses, Rhett se muestra frío y odioso con ella. Scarlett reacciona indignada y sin poder contenerse le suelta la noticia del embarazo de una forma que ella no hubiera querido; Rhett se sorprende, pero ante la furia agresiva de su mujer termina por ofenderla preguntándole con maldad si el hijo es de Ashley. Scarlett está fuera de sí por la rabia y grita que no desea tener el bebé, por ser hijo de un canalla como él. Al final de la violenta discusión Scarlett intenta agredir a Rhett y cuando éste esquiva los golpes de su mujer, ella pierde el equilibrio accidentalmente y rueda por las escaleras de la mansión y se da un fuerte golpe.
Como resultado Scarlett sufre un aborto y pierde al hijo; es más, se encuentra al borde de la muerte durante varios días. Mientras tanto Rhett está destrozado y permanece en la habitación que está al lado del dormitorio donde su mujer lucha entre la vida y la muerte. Todo el tiempo fumando y bebiendo y sin comer ni dormir casi, Rhett desesperado aguarda las novedades que le lleva Melanie (la cual ayuda al médico a cuidar a Scarlett). El día que Scarlett parece haber superado el peligro, Rhett se derrumba y llora abrazado a Melanie, con la cabeza hundida en su regazo. Borracho y loco de dolor, se culpa de la desgracia de Scarlett y de "haberla matado". Melanie lo consuela dulcemente y calma su desesperación.
Un mes más tarde Scarlett se va en tren a "Tara" para terminar de recuperarse en el campo y Rhett aprovecha su ausencia para tramar un plan para que ella le venda su participación en los aserraderos a Ashley, y así no tengan que verse a menudo. Rhett obtiene la ayuda reticente de Melanie (a la que convence alegando el futuro del hijo de ella y Ashley); así que Rhett envía el dinero de forma anónima a Ashley y Melanie debe convencerlo para que lo destine a comprar los negocios de madera.
Al regresar de "Tara" Scarlett descubre a Rhett cambiado; se comporta amablemente con ella y la relación entre los dos es cortés. Pero al mismo tiempo Scarlett nota que a pesar de su amable cortesía, Rhett es indiferente con ella. Y la forma como Rhett la manipuló para que le vendiera los aserraderos a Ashley la disgusta; además de que la deprime mucho por significar su alejamiento definitivo de Ashley. Scarlett sufre por haber dejado de importarle a Rhett y siente celos de su propia hija, ya que Rhett sólo tiene ojos para la pequeña Bonnie. Por amor a su hija, Rhett sigue cortejando a la antigua aristocracia de Atlanta, contribuyendo con mucho dinero y trabajo duro al triunfo del Partido Demócrata de los ex confederados en las elecciones para Gobernador de Georgia. En octubre de 1871 el Gobernador Bullock renuncia acosado por las denuncias de corrupción y la crisis política, aunque el Gobernador temporal también era republicano. Pero en las elecciones celebradas en diciembre de 1871 finalmente gana el candidato del Partido Demócrata, un excoronel confederado. Toda Georgia celebra la victoria como la "liberación" y el final de la Reconstrucción (ocupación yanqui) en Georgia. Y Rhett se convierte en uno de los personajes más populares de Atlanta por su contribución a la liberación del Estado, en tanto que Scarlett sigue siendo rechazada y todos sus amigos corruptos huyen de Georgia. Pero el futuro de Bonnie parece asegurado por la respetabilidad y prestigio de su padre.
La niña es la única alegría que queda en la vida de Rhett y Scarlett porque, aunque Scarlett siente celos de que sea el único amor de Rhett, eso no impide que sea su hija favorita si bien le preocupa que sea tan malcriada, rebelde y caprichosa. De todas maneras, con sus cuatro años de edad la niña es la razón de vivir de sus padres. Pero el destino quiere que Bonnie fallezca de un trágico accidente mientras trata de saltar una valla con su caballo; exactamente igual como murió el padre de Scarlett.
Rhett y Scarlett quedan destrozados por el dolor; ella culpa de la muerte de Bonnie al propio Rhett, mientras que él parece haber perdido la razón. Luego de una violenta discusión en la que Scarlett lo llama "asesino", Rhett toma el cuerpo de la niña y lo conserva en su propio dormitorio, negándose a que sea colocado en un ataúd, y tiene muchas lámparas encendidas para que la niña (que en vida temía a la oscuridad) no se asuste. Rhett se encierra con su hija y sólo sale para ir a emborracharse al burdel de Belle, para volver luego al dormitorio con su pequeña. Cuando Scarlett, al cabo de tres días, logra hablar con Rhett y le dice que el entierro de la niña va a ser al día siguiente, él amenaza con matarla sí intenta enterrar a su hija. Pero Scarlett no se asusta y se enzarzan en una amarga discusión de la que ambos salen dispuestos a cumplir sus amenazas. Mamita trata de hablar con Rhett, pero es inútil, por lo que la vieja ama de llaves y niñera va a hablar con Melanie para pedirle ayuda. Melanie se encierra con Rhett y con sus dulces palabras logra convencerlo para que permita el entierro de Bonnie.
El tiempo pasa luego del entierro, y Scarlett se arrepiente de haber acusado a Rhett de provocar la muerte de Bonnie; ella quisiera buscar el consuelo en los brazos de él y llorar junto a Rhett por la muerte de su hija. Ella se siente sola y además siente un profundo miedo, el temor inexplicable de perder "algo", de que otra desgracia se venga sobre ella. Por eso necesita del amor de Rhett y estaría dispuesta a humillarse y pedirle perdón por sus palabras. Pero Rhett se ha hundido en el alcohol para olvidar el dolor por la pérdida de su hija y además la mantiene a distancia con una mirada inexpresiva; a su pesar, Rhett se comporta como un extraño con ella. Para mayor pena de Scarlett, su fiel Mamita se marcha a "Tara" y sólo le queda el consuelo de Melanie.
Ante la conducta irracional y autodestructiva de Rhett, Scarlett consulta un día con el viejo doctor Meade para saber si su marido ha perdido la razón; el médico le dice que no, pero que bebiendo tanto alcohol se va a terminar matando. Y como la causa del problema de Rhett es el dolor por su hija, el médico le aconseja a Scarlett que le dé pronto a Rhett otro hijo o hija. Pero desgraciadamente no puede ser; Scarlett con alegría le daría no uno, sino varios hijos a Rhett, si con ello pudiera hacer desaparecer el dolor de él y el suyo propio, y además llenar sus vidas con la dicha de otros niños. Pero Rhett no parece interesado en hacerla suya. Ella ya no tiene la puerta de su dormitorio cerrada con llave como en el pasado, sino por el contrario, la mantiene tentadoramente abierta. La soledad de Scarlett es aún mayor porque echa de menos a sus viejas amistades de la antigua aristocracia, con las que comparte recuerdos y lazos emocionales, pero la ignoran y desprecian, y guardan toda su compasión para Rhett (aunque éste, alcoholizado y sin el incentivo de su hija, se muestra rudo y grosero con la gente).
Estando un día de viaje a la ciudad de Marietta (a treinta kilómetros de Atlanta) con sus hijos Wade y Ella, Scarlett recibe un telegrama urgente de Rhett. Deja a los niños en el hotel con su sirvienta Prissy y regresa de inmediato en tren a Atlanta, pues en el telegrama Rhett le avisaba de que Melanie estaba enferma y le pedía que volviera inmediatamente. Al llegar a la estación del ferrocarril en Atlanta, Rhett la está esperando y entonces sus temores se confirman. Mientras se dirigen a casa de Melanie en un coche tirado por caballos con muy mal tiempo (oscuro y lluvioso), Rhett le dice que Melanie se está muriendo y que ello se debe a que ha tenido un aborto espontáneo, ante la sorpresa y el horror de Scarlett que no sabía que estaba embarazada. Rhett la deja en casa de Melanie y se marcha, puesto que no quiere estar presente cuando muera la mujer a la que aprecia y respeta tanto.
En el dormitorio de Melanie, Scarlett tiene una última y dramática conversación con ella. Agonizando Melanie le hace prometer a Scarlett que cuidará de Beau (el hijo de Melanie y Ashley) y del propio Ashley. También le pide que sea buena con Rhett. Scarlett es atormentada por el dolor y los remordimientos, ya que no se perdona por haber tratado de quitarle a Melanie su marido, y además descubre lo mucho que quiere a Melanie, su única y verdadera amiga.
Mientras Melanie se queda con la tía Pitty, su cuñada India y el doctor Meade, Scarlett va a ver a Ashley y sostiene con él una decisiva conversación a solas. En esa conversación Scarlett descubre al fin la verdad: que Ashley ama a Melanie más que nada en su vida y que siempre ha sido así, y que por eso nunca la ha amado a ella. A pesar de su dolor por Melanie, Scarlett reacciona indignada porque Ashley nunca fue sincero y no le dijo que sólo sentía deseo sexual por ella, dejándola tener esperanzas vanas. Ante el dolor que está matando a Ashley, ella lo consuela con fría bondad. Luego Melanie muere y Ashley corre a su lado, dejando sola a Scarlett.
Entonces comprende Scarlett que jamás ha amado a Ashley, sino a lo que él representaba: el recuerdo por una niñez en el seno de una familia rica, colmada de bienes materiales y despreocupaciones. Que él sólo era un capricho para ella, y que si lo hubiera tenido habría perdido el interés por él como había pasado con todos sus caprichos. Y con amargura entiende que tendrá que soportarlo el resto de su vida por la promesa que hizo a Melanie de velar por él, aunque si no fuera por la promesa no volvería a verlo jamás.
Abrumada, Scarlett se va de la casa de Melanie a la suya caminando. Al salir a la calle se ve envuelta por la oscura y espesa niebla que cubre toda la ciudad aquella noche. Scarlett tiene la extraña y angustiosa sensación de que ya ha vivido esa situación, y entonces se da cuenta de que está viviendo la terrible escena que ha sufrido en sus recurrentes pesadillas. Presa del pánico, Scarlett echa a correr por las calles buscando desesperada en la niebla un "refugio", sin saber qué es ese refugio. Al detener su loca carrera, Scarlett ve a lo lejos su casa, y su mente febril se sosiega al darse cuenta de que aquel era el refugio que buscaba, su hogar... ¡con Rhett! Como una gran revelación, Scarlett descubre por fin la verdad de su vida: que Rhett la ama y es su refugio contra la adversidad, y que ella le ama, que él es el único hombre que ella ha amado realmente en su vida. Scarlett se arrepiente de la forma en que se ha comportado con Rhett y piensa que si le dice la verdad y le confiesa su amor, Rhett la comprenderá como siempre la ha comprendido. Sintiéndose fuerte y feliz, llena de alegría, Scarlett echa a correr para decirle a Rhett su nueva revelación, para decirle que por fin se ha dado cuenta de que a quien ama es a él, y no a Ashley. Pero ya es tarde.
Al llegar a la mansión Scarlett encuentra a Rhett solo en el comedor y tiene que frenar sus ganas de correr hacia él y decirle todo a la vista de su forma de mirarla y de la estampa de un "César de cobre, cansado y decadente, y gastado por el prolongado uso" (en palabras de la novela). La imagen que proyectaba Rhett era la de la ruina de una gran figura, un hombre vencido y sin ilusión. Las primeras palabras de Rhett son para preguntar por Melanie y confirmar si ha muerto como supone, para desesperación de Scarlett, que no quiere revivir el tormento por la muerte de su amiga. Entonces los dos comienzan a hablar de Melanie, y Scarlett comprueba que la pena de Rhett por ella es tan grande como el suyo, ya que él la apreciaba como amiga y también por lo que representaba (el "viejo Sur" encarnado en sus grandes damas que desaparecía con ellas).
Pero el hablar sobre Melanie le da pie a Rhett para decirle a Scarlett, con palabras hirientes, que ahora ella puede tener a Ashley con la bendición de la difunta Melanie (torciendo algo el significado de las últimas palabras de ésta a Scarlett en las que le pedía velar por Ashley); y le dice que ahora puede divorciarse de él para casarse con Ashley. Scarlett grita que no y le dice que está equivocado. Es el inicio de la conversación decisiva entre ellos, el clímax de la novela.
Scarlett lucha por convencer a Rhett de que lo ama y de que en el fondo siempre lo ha hecho, y de que ya no siente nada por Ashley, si alguna vez lo sintió, pero Rhett se muestra indiferente. Incluso cuando Scarlett desprecia a Ashley con palabras despectivas, Rhett lo defiende condescendiente. Le dice que su confesión de amor llega muy tarde, que hasta el amor más infinito puede disiparse y que el suyo se ha disipado contra la obstinación de ella por Ashley. Ante la insistencia de ella, Rhett se desahoga y por fin le confiesa a Scarlett todo el amor que ha sentido por ella durante años, pero al mismo tiempo le recuerda cómo ella una y otra vez le demostró con sus hechos que no lo quería. Le cuenta cómo depositó su amor y esperanzas en Bonnie, y cómo pensaba que la niña era como Scarlett antes de que la guerra la hubiera marcado. Pero al morir Bonnie, se llevó todo con ella. Ante el recuerdo de su hija, Scarlett siente compasión por él y le dice que pueden tener más hijos, pero Rhett se niega. Le recuerda que con decir "lo siento" no puede borrar todos los errores y heridas de años pasados. Rhett habla de su relación como un pasado lejano, con mucho cansancio (en un momento de la discusión Rhett le pregunta la edad a Scarlett y ella dice que tiene 28 años, lo que revela que han pasado doce años desde el comienzo de la acción de la novela, ya que entonces ella tenía 16 años, además de que eso sitúa los hechos del clímax de la novela en 1873). El le dice que sólo siente por ella compasión y un extraño sentimiento de benevolencia.
Rhett le comunica a Scarlett que piensa marcharse y dejarla para desesperación de ella, que si ella no quiere divorcio o separación por miedo a las murmuraciones, él volverá frecuentemente para evitarlas, pero a Scarlett no le importan los rumores sino él. Ella le pide que la lleve con él, pero Rhett se niega decidido. Rhett habla como un hombre en los últimos años de su vida, que sólo busca un poco de paz. Dice que quizás vaya a Inglaterra y a París, y tal vez a Charleston a reconciliarse con su familia. Está cansado de la vida que ha llevado y ahora busca el sereno encanto de una existencia respetable. Llena de dolor Scarlett ve que él está decidido y que en realidad se va a marchar. Es entonces cuando se produce el momento más estelar de la novela. En un último y desesperado gesto, Scarlett le implora preguntándole: "Si tú te marchas, ¿qué va a ser de mí?", a lo que Rhett le responde (luego de un pequeño discurso) con un suspiro y suave indiferencia: "Querida mía, me importa un bledo" (en la versión cinematográfica se amplió la expresión dejándola como sigue: "Francamente, querida, me importa un bledo"; y se convirtió en una de las frases más célebres de la literatura, el cine y la cultura popular universales).
Luego Rhett se marcha del comedor y sube las escaleras (presumiblemente a su dormitorio) mientras Scarlett oye sus pasos perderse en el vestíbulo, y sintiendo que la iba a asfixiar el dolor que sentía en la garganta. Scarlett sabe que nada hará cambiar de decisión a Rhett y siente que con su partida morirá la última cosa por la que vale la pena vivir. Luego la mente de Scarlett sufre un embotamiento piadoso, pero ella sabe que al desvanecerse ese embotamiento dará paso a un dolor agudo e insoportable. Scarlett trata de no pensar y busca algo en su mente a lo que aferrarse, ya que piensa que si no lo hace se volverá loca de dolor. Y entonces el pensamiento de volver a "Tara" se apodera de ella, ya que sólo allí encontrará algo de paz y la fuerza para seguir adelante, la fuerza para luchar por recuperar a Rhett. Porque no está dispuesta a perderlo, "...Con el espíritu de su raza, que se niega a reconocer la derrota, aun cuando la mire fijamente a la cara..." (en palabras de la novela). Con esa fuerza indomable con la que siempre venció a la adversidad, Scarlett está segura de que logrará subyugar y atraer de nuevo a Rhett. Por eso irá a "Tara" para pensar en cómo recuperarlo. Porque, como dice la legendaria frase final de la novela (pensada por Scarlett), "...Después de todo, mañana será otro día".
De esta manera, la novela tiene un final abierto, dejando a la imaginación y al gusto de los lectores lo que sucederá después entre Rhett y Scarlett. Y así la incógnita de si Scarlett conseguirá o no reconquistar a Rhett sigue aún haciendo volar la imaginación de los fanes de la novela.

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