LA VORIGENE
JOSE EUSTASIO RIVERA
SUSANA REYES CAÑAS
Alicia sentía que al lado de su padre estaba super bien, pero
le hacía muchísima falta su madre, ya estaban en la mansión donde Alicia era
muy feliz, al lado de todos las pocas personas que quería, su padre estaba
asombrado de todo lo que había conseguido su hija, y en el lugar donde dormía,
donde se bañaba, entre otras cosas que solían parecerle grande y resplandoso,
todo siguió marchando a la perfección y así fue como después de todo el rey
lastimosamente murió dos años después.
A los tres meses un rumor del gobernador de la mansión había,
y era que el rey había dejado un legado de sus propiedades, quería y solitaba
que todo el personal de la mansión estuviese presente y entendieran de su situación,
y de sus decisiones que había tomado tiempo antes de morir. La carta de legado decía:
“por situaciones económicas, y por
haber pasado tiempos tan atrosh, le doy el 20% de mis tierras a Alicia y otro 20%
a su padre, sé que con esta decisión alegre dos vidas, pero es la mejor decisión
que había tomado en vida, en tan poco tiempo de conocerlos sé que son unas
personas las cuales quieren conocer el mundo actual. Y el otro 60% era ´para su
esposa, la cual había estado con él muchos años, aunque poco compartían.”
Así fue como el rey repartió sus
tierras con mucho honor, Alicia estaba asombrada y con lagrimas en sus ojos, ya
que su criatura estaba grande y necesitaba aún más. Su padre no tenia palabras,
para ver que era lo que ahora tenia, sin haber tenido nunca nada.
¡Llegamos
Griselda ¡la mirada de Alicia choco instantáneamente con su padre, con los ojos
sollozados corriendo a un fuerte abrazo y llanto, ¡pero hija mía perdóname, que
paso con Tigo, todo es culpa mía ¡dijo su padre. Papa todo fue una vil locura
perdóname tu a mí por haber hecho eso.
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