sábado, 18 de abril de 2020

El principe maquiavelo 
Capítulo 6

De los nuevos estados que un Príncipe adquiere por su valor y por sus propias armas.
No se estrañe que en la relacion que voy a hacer de los principados nuevos, del príncipe y del estado, me valga solamente de los ejemplos que ofrecen las personas mas célebres. Casi siempre caminan los hombres por sendas trilladas antes por otros, y casi no obran por sí sinó por imitacion; pero como esta no puede ser exacta en un todo, ni suele ser posible llegar a la altura de aquellos que se toman por modelos, el hombre sabio debe únicamente seguir los caminos que abrieron otros, tenidos por superiores, e imitar bien a los que han sobresalido, a fin de que, si no se consigue igualarles, se le acerque a lo menos en alguna cosa. Cada uno, pues, deberá portarse como el ballestero prudente, que, cuando advierte que el blanco a que dirije sus tiros, se halla demasiado distante, considera la fuerza de su arco y apunta mas alto que el blanco, con el objeto de llegar siquiera a tocarlo.
Paso ahora a decir que las dificultades mayores o menores que se esperimentan para mantenerse en un principado absolutamente nuevo, dependen mucho de las prendas personales del que lo ha adquirido; así como llegar a ser príncipe desde simple particular, supone antes, o mucha fortuna, o gran talento, y con uno de estos dos medios debe allanarse la mayor parte de las dificultades. Sin embargo, se ha visto tambien sostenerse mejor aquel que ha contado menos con su fortuna; y tampoco hay duda de que proporciona ventajas al principe que no tenía otros estados el venir a domiciliarse en aquel de que se ha hecho Soberano.

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