sábado, 13 de junio de 2020

Enamorate de ti - Semana 18

ENAMORATE DE TI
WALTER TISO

“Era mi deber” o “Era mi obligación” Esta actitud no le sirve a tu autoestima para nada, lo unico que hace es presionarte, afectarte y hacerte sentir muy mal. Si llevaste a cabo tu deber bien, alégrate, regálate un muy bien, pues tu primer deber es para contigo mismo. Date un abrazo, lo mereces, premiate por ello. Si tu diálogo interno es el de la obligación absoluta
no te sentirás con derecho a elogiarte. Lo vivirás como un acto de cobardía y dejarás de lado el placer de colocarte alguna que otra medalla simbólica.

“Autoelogiarse es de mal gusto” pues si lo haces en tu fuero interno, simplemente nadie se dará cuenta. Autoelogiarse es una necesidad que va de la mano de la autoconservación: tu mente se hace más segura y poderosa cuando la mimas. ¿Es de mal gusto tener gases, orinar, roncar, bostezar? Si lo haces en público, muy posiblemente, pero a solas se te permite hacer eso y cualquier otra cosa más. El autoelogio, por definición, es un acto que se lleva a cabo de manera encubierta, sin espectadores de ninguna índole; es sólo para ti. Cultivar el amor propio sanamente (autocuidado) nunca es de mal gusto. El castigo, por el contrario, sí lo es, porque atenta contra la dignidad humana y el autorrespeto. ¿Alimentar el ego? Eso depende de cómo lo hagas. Por ejemplo, puedes hacer ejercicio físico para “mejorar tu salud” o para entrar al club de los “buenos cuerpos”. Puedes estudiar mucho para saber o para ganarle a tus compañeros de clase. Puedes autoelogiarte para cuidar tu mente y fortalecer tu “yo” o para cultivar tu narcisismo. Tú eliges.


Por: Nicolle Viviam Cruz Pérez

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