sábado, 13 de junio de 2020

BAJÓ LA MISMA ESTRELLA 🔻#18🔻

BAJO LA MISMA ESTRELLA
JHON GREEN
#18
 Hazel escúchame. No
llames al novecientos once ni a mis padres o nunca te perdonaré, por
favor sólo ven, por favor, sólo ven y arregla mi condenado tubo-G. Yo sólo,
Dios, esta es la cosa más estúpida. No quiero que mis padres sepan que no
estoy. Por favor. Tengo la medicina conmigo; simplemente no consigo
administrarla. Por favor —Él estaba llorando. Nunca lo había oído sollozar
de esta forma excepto afuera de su casa antes de Ámsterdam.
—Muy bien —dije—. Voy saliendo ahora.
Mientras conducía el par de millas hasta la estación de servicio, desperté lo
suficiente para preguntarme por qué Gus habría dejado la casa en medio
de la noche. Tal vez había estado alucinando, o sus fantasías de martirio lo
habían sobrepasado.
creo que algo está infectado. No puedo arreglar esto. ¿Por qué
estás aquí? ¿Por qué no estás en casa? —Vomitó, ni siquiera tuvo la
energía de mover su boca lejos de su regazo—. Oh, cariño —dije.
—Quería comprar un paquete de cigarrillos —murmuró—. Perdí mi
paquete. O me lo quitaron. No lo sé. Dijeron que me conseguirían otro,
pero quería… hacerlo yo mismo. Hacer una pequeña cosa por mí mismo.
mientras que la condenada ambulancia pasaba
rugiendo junto a nosotros y pasándonos de largo. Así que mientras
esperaba que ellos se dieran la vuelta y nos encontraran, recité el único
poema que pude obligarme a recordar, “La Carretilla Roja” de William
Carlos Williams.
Williams era un médico. A mí me parecía el poema de un médico. El
poema se había acabado, pero la ambulancia todavía se alejada de
nosotros, así que seguí escribiéndolo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario